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RECOMENDACIONES PARA LA VUELTA AL COLE

Todos/as volvéis de un periodo de vacaciones donde los horarios, las rutinas y dinámicas familiares se han visto modificadas, siendo mucho más flexibles e impredecibles. Hay que transitar un periodo progresivo de adaptación para todos/as con paciencia.

Es importante intentar ser previsores y preparar todo lo necesario como mínimo una semana antes del comienzo de las clases, facilitará la adaptación al inicio del curso escolar tanto a los padres como a los niños. Algunas cosas como el material, los libros o la ropa escolar son algunas de las cosas que los/as niños/as necesitan. Si lo tienes preparado con tiempo, reducirás los nervios de los días previos al inicio de curso. Hacerles partícipes de la elección sus cosas y aquellos materiales que van a usar durante el curso, les hace sentir que son tenidos en cuenta, colaboran y toman pequeñas decisiones.

Por otro lado, es de gran importancia tener en cuenta aspectos como los horarios, durante las vacaciones las familias experimentan un cambio en muchas de las rutinas, pero sobre todo en las rutinas de sueño. Intentar retomar los horarios que tenían establecidos durante el curso escolar volviendo a actividades de baja activación, una semana antes del inicio del cole, favorecerá que la adaptación sea más fácil. Estas actividades, pueden ser: un baño relajante, una cena ligera, leer su cuento favorito antes de acostarse, narrar historias cortas con algún peluche o personaje favorito, les ayudará a dormirse con mayor facilidad.

Visitar el colegio unos días antes: Para los más pequeños, la separación de los padres o cuidadores principales puede generar miedos y cierta presencia de ansiedad. Visitar el colegio unos días antes, e ir anticipando con ellos cómo será el inicio de curso, facilitará una visión positiva de la experiencia y reducirá los posibles miedos. Una buena idea sería que el primer día tanto el padre como la madre puedan estar presentes e intentar no alargar la despedida, para que no les cueste tanto separarse.

Volver progresivamente a las rutinas, no de golpe: Con una dosis extra de paciencia es importante poco a poco, acostarse pronto, dejar la ropa y la mochila preparada la noche antes y preparar el espacio de estudio. Por ello, unos días antes del inicio de curso, podemos mantener una reunión familiar, acompañada de su merienda favorita, para introducirles de nuevo las rutinas que deberán seguir. Podemos hacer un horario de la semana juntos, en el que incorpore el horario escolar, las actividades extraescolares y el tiempo que dedicaremos al estudio, para planificar con ellos una mejor gestión del tiempo y que aprendan a organizarse desde el principio.

En esta fase, presionar, obligar o entrar en luchas de poder, puede acabar en estados de ansiedad, enfados o irritabilidad hacia el colegio antes de empezar. Todos volvéis de un período de vacaciones donde los horarios, las rutinas

Animarlos a empezar de forma positiva: Como hemos mencionado, esta etapa cuesta trabajo como a los adultos volver al trabajo. Hablarle de todas las cosas positivas que implica la vuelta al cole, puede facilitarle la adaptación: el reencuentro con sus amigos, el aprendizaje de cosas nuevas, las excursiones, los nuevos amigos… Recuerda fomentar una autoestima positiva y recordarle todas esas cualidades que posee, para que se enfrente a los retos del nuevo curso de forma segura.

No anticipemos comportamientos negativos que han aparecido durante el verano o comparaciones con iguales, primos/as o hermanos/as: Cada niño/a es único. Empieza nuevo curso, cambian de contexto y las conductas que han aparecido en periodo no escolar, son diferentes a las que se dan durante el curso, con distintos motivos. El enfoque en comportamientos poco adecuados que se han visto previamente, puede fomentar una baja autoestima, etiquetas, adjudicar el “rol de malo”, etc. Sería recomendable que le recuerdes aquellos puntos fuertes del año pasado o que tiene con otros/as niños/as (ejemplos: ¿te acuerdas cuando compartiste el almuerzo con x? Me gusta mucho que compartas tus cosas con los demás, eres generosa y eso me hace muy feliz; aquella vez que hicimos juntos el trabajo para inglés, te esforzaste mucho y lo lograste, yo sabía que ibas a ser capaz y juntos hacemos buen equipo, que bien nos lo pasamos…)

Anticiparos a algunas cosillas que pueden pasar: prestadles atención resolviendo sus dudas y preocupaciones. Sed honestos con ellos, explicándoles las condiciones actuales, adelantándoles que quizás puedan cambiar. Haciéndoles conscientes de sus fortalezas, ya que meses atrás se adaptaron a las nuevas condiciones. Es importante centrarse en lo que hay ahora y no dejarse arrastrar por la planificación a medio-largo plazo. Si no, les daremos mensajes contradictorios.

Atención los primeros días al estado de ánimo que presentan: Para muchos niños y adolescentes, la vuelta al cole puede resultar un momento de estrés y ansiedad, sobre todo si tienen problemas de autoestima o de relaciones sociales. Debemos estar atentos a los signos de alerta que puedan manifestar. Si tu hijo/a presenta síntomas como tristeza, insomnio, irritabilidad, aislamiento o ansiedad, no dudes en hablar con él para determinar que causas están provocando dichos síntomas y cuenta con la ayuda de un profesional, para prevenir que su estado de ánimo empeore.

Anticiparos a lo que pueda pasar: prestadles atención resolviendo sus dudas y preocupaciones. Sed honestos con ellos, explicándoles las condiciones actuales, adelantándoles que quizás puedan cambiar. Haciéndoles conscientes de sus fortalezas, ya que meses atrás se adaptaron a las nuevas condiciones. Es importante centrarse en lo que hay ahora y no dejarse arrastrar por la planificación a medio-largo plazo. Si no, les daremos mensajes contradictorios.
Atención los primeros días al estado de ánimo que presentan: Para muchos niños y adolescentes, la vuelta al cole puede resultar un momento de estrés y ansiedad, sobre todo si tienen problemas de autoestima o de relaciones sociales. Debemos estar atentos a los signos de alerta que puedan manifestar. Si tu hijo/a presenta síntomas como tristeza, insomnio, irritabilidad, aislamiento o ansiedad, comienza a llorar y no quiere ir al colegio, come más de lo habitual o menos, presenta más rabietas o problemas de conducta, no dudes en hablar con él/ella para explorar que causas están provocando dichos síntomas y cuenta con la ayuda de un profesional, para prevenir que su estado de ánimo empeore.